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Jorge Gómez Naredo
@jgnaredo
El viernes 1 de marzo inician las campañas presidenciales, y parece que todo está decidido: Claudia Sheinbaum ganará. La mayoría de las encuestas que hasta hoy han circulado le dan una ventaja muy amplia, en algunos casos de más de 40 puntos porcentuales. La cuestión aquí es preguntarnos, ¿está realmente ya decidida esa elección? Veamos.
Es clara la tendencia que pone a Claudia Sheinbaum con una ventaja muy grande sobre Xóchitl Gálvez, y es muy probablemente que Morena gane de nueva cuenta la presidencia de la República. Son muchos puntos, y a pesar de la guerra sucia que han hecho los del PRIAN en los últimos días, no se ha visto variación en las mediciones demoscópicas.
Ahora bien, algo que también está en disputa son, además de 9 gubernaturas, el Congreso, es decir, los diputados federales y los senadores. Es ahí donde hay batalla, no para saber si Morena tendrá el mayor número de legisladores (es muy claro que sucederá), sino por la mayoría calificada, ésa que permite realizar cambios constitucionales.
Morena y sus aliados precisan ganar de forma contundente en todo el país para obtener el número de legisladores que les permitan realizar reformas constitucionales, algunas de las cuales ya han sido anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Eso es en realidad lo que se juega en las elecciones.
La oposición sabe que Xóchitl Gálvez difícilmente podrá remontar la ventaja que le lleva Claudia Sheinbaum, por eso se está enfocada en mantener un número de espacios en el Congreso que le permitan impedir las reformas. ¿Logrará impedir que Morena se lleva las diputaciones necesarias para tener mayoría calificada?
Las cifras indican que es probable que Morena pueda alcanzar esa mayoría, pero precisa no confiarse y establecer una buena estrategia para luchar contra la guerra sucia que ha emprendido la derecha. Se vendrán semanas intensas, donde el PAN, el PRI y el PRD tratará de vincular al presidente, a Claudia Sheinbaum y a Morena con el narco, con la inseguridad y con la erradicación de la democracia.
Ahí está la verdadera contienda, y tanto en Morena como en el PRIAN lo saben.
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