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SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS
@guerrerochipres
Haruki Murakami, el escritor japonés nominado constantemente al Premio Nobel de Literatura, aún sin alcanzarlo, define en De Qué Hablo Cuando Hablo de Correr la belleza de disfrutar la soledad mientras se corre o camina; es el momento de pasar tiempo consigo mismo y encontrar paz interior.
Los espacios para caminar exhiben actualmente el interés ciudadano por la recuperación de sitios históricos, emblemáticos, como una forma de expresar identidad, progreso, cohesión social y bienestar.
En el mundo, muchas ciudades han adoptado la idea de tener plazas centrales peatonales, como Copenhague con la Rådhuspladsen; Ámsterdam con la Dam Square; la Marienplatz en Munich, o la Bahnhofstrasse en Zúrich.
Este fin de semana, el Zócalo de la Ciudad de México entró en su etapa de peatonalización. Durante la presentación de la iniciativa, el Jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, puso énfasis en la conquista del espacio público más emblemático del país.
La Plaza de la Constitución ha sido punto histórico de las movilizaciones sociales detonadoras de la democracia, de eventos cívicos, expresiones culturales, deportivas y de esparcimiento.
Una tendencia impulsada por Claudia Sheinbaum con el proyecto “Revitalización Centro Histórico”, y que en Iztapalapa encontró la disposición de Clara Brugada para la creación de los Senderos Seguros.
Un sitio para caminar es muestra de una ciudad interesada en el bienestar emocional. Esta práctica es una recomendación básica en el contexto del blue monday o el día más triste del año, definido el tercer lunes de enero a partir de una fórmula matemática del psicólogo Cliff Arnall.
Aunque la intensidad de la tristeza no puede estar supeditada a un día determinado, sí es la oportunidad para valorar las actividades detonadoras de alegría, del reencuentro de uno mismo y la construcción de ciudadanía.
La CDMX, a todo movimiento este 2024.
