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JORGE GÓMEZ NAREDO
@jgnaredo
El presidente Andrés Manuel López Obrador presentará el próximo 5 de febrero un paquete de reformas constitucionales, entre las que se incluyen la del Poder Judicial, la del Instituto Nacional Electoral, y una que modificaría el esquema injusto de pensiones que hay en México desde el gobierno de Ernesto Zedillo.
Lo afirmó el mandatario el viernes pasado: “voy a presentar ese día [5 de febrero] todas las iniciativas de reforma a la Constitución. Es un paquete de iniciativas que tiene que ver con el bienestar, que tiene que ver con salarios, con pensiones, con la reforma al Poder Judicial, la reforma electoral, la democracia, todo”.
Y abundó sobre la importancia de las reformas: “es un paquete de reformas importantes en beneficio del pueblo de México. Es lo que, pensamos nosotros, va a ayudar a tener un marco jurídico acorde con los nuevos tiempos, que facilite el que siga avanzando el proceso de transformación, que se haga realidad la democracia y que nunca más el gobierno esté al servicio, ni las leyes, de una minoría”.
Sin duda, la apuesta por estas reformas es para revertir el enramado legal que los gobiernos neoliberales dejaron. Si bien es cierto en los cinco años de gobierno de AMLO se lograron hacer cambios constitucionales, no se lograron todos.
Durante tres décadas los gobiernos neoliberales hicieron cambios constitucionales que determinaron el rumbo del país y provocaron pobreza, injusticias y corrupción.
Por eso es importante que se reviertan los cambios neoliberales y se apueste por el bienestar de las mayorías. Y eso sólo se puede hacer con un Congreso donde Morena tenga mayoría calificada. Par ello se precisa ganar de forma contundente las elecciones de junio próximo.
AMLO, con el paquete de reformas, busca que todos conozcan el proyecto de la Cuarta Transformación. El pueblo será quien decida si quiere que el país avance hacia un estado de derechos y de bienestar, u opta por el retroceso. La gente, en su voto, tiene la última palabra.
