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ABRAHAM MENDIETA
Sin lugar a duda, este 2023 que ya quedó en el pasado será recordado por muchas décadas como un año dorado para México en distintas facetas.
En lo económico ha sido un año extremadamente reseñable: en primer lugar, por el indicador principal, el crecimiento económico, que ronda el 4% cuando las previsiones lo situaban en un tímido 2%. En segundo lugar, por el fortalecimiento del peso, la divisa mexicana, que se ha convertido en la que más se ha apreciado frente al dólar en el mundo entero, cotizándose en menos de 17 pesos por dólar.
En tercer lugar, por el aumento y la consolidación del nearshoring en México, que está generando un boom de la inversión extranjera directa, enlazado, en cuarto lugar, a la macroinversión pública en obras de infraestructura, que dejará recién inaugurados para 2024, proyectos estratégicos como el Tren Maya, el Tren Interoceánico, las presas y acueductos de Nuevo León, Coahuila, Sinaloa y Jalisco, y el aeropuerto de Tulum, que viene a reforzar al AIFA en operaciones a los destinos más concurridos del país.
En justicia social y combate a la pobreza, se han fortalecido los avances para el bienestar, con el aumento a las pensiones de adulto mayor, a las becas para estudiantes y al apoyo a las personas con discapacidad, que unidos al incremento de los salarios mínimos, ha dejado, según el CONEVAL, ocho millones menos de pobres en el país, una cifra histórica que solo encuentra precedente alguno en los primeros periodos de gobierno de Lula Da Silva en Brasil.
En lo político, ha sido un año relativamente estable, en el que, como se esperaba, la Cuarta Transformación logró arrebatarle al grupo Atlacomulco el control ininterrumpido del estado más poblado del país, el Estado de México, dotando de coordinación interestatal (y por qué no decirlo, gobernabilidad) a la entidad más delicada del área metropolitana.
Misma dinámica que se ha repetido en las precampañas de cara a la presidencial, donde la precandidata de Morena, la Doctora Claudia Sheinbaum, duplica o triplica en preferencia electoral, según las encuestas, a la fallida precandidata opositora Xóchitl Galvez.
Todo parece indicar que México continuará transitando por la ruta que inauguró Andrés Manuel López Obrador en 2018, una gran noticia para las mayorías sociales de un país tan desigual y maltratado, que está logrando ponerse de pie con más fuerza que nunca.
