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Fox remató aerolínea paraestatal, mientras que Peña Nieto protegió a Gastón Azcárraga
OMAR MONTALVO
Ciudad de México. – Durante el último año de gobierno del panista Vicente Fox (2000-2006), su administración vendió la paraestatal Mexicana de Aviación por un precio de 165 millones de dólares al Grupo Posadas, encabezado por el empresario Gastón Azcárraga. Esta decisión llevó a la quiebra en tiempo récord y su momentánea desaparición, a la que era la tercera aerolínea más antigua del mundo.
De acuerdo con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) el precio por el cuál Mexicana de Aviación fue adquirida entre 2005 y 2006, está muy por debajo de su precio real en aquella época. Al día de hoy, el actual gobierno federal revivió la aerolínea con 14 rutas nacionales y reveló que la venta que hizo el expresidente fue un agradecimiento al grupo empresarial que apoyó a financiar su campaña electoral.
El abuso laboral en Mexicana también se agravó en 2006, pues Grupo Posadas realizó modificaciones a los salarios de la base de trabajadores, lo que significó un ahorro de casi 200 millones de dólares para los empresarios. Por ello varias asociaciones sindicales de sobrecargos, pilotos y trabajadores, asumen que la quiebra de la aerolínea fue una acción premeditada, pues a la fecha no hay un castigo para los empresarios responsables de los daños.
Durante el breve periodo que Gastón Azcárraga lideró la administración de Mexicana, salieron a la luz acusaciones de un presunto desvío de dinero que asciende al menos a 200 millones de pesos, por lo cual se inició una investigación judicial. Para 2010 la aerolínea suspendió sus operaciones comerciales, supuestamente como una consecuencia de la falta de vuelos por el brote de influenza AH1N1.
Mexicana de Aviación estuvo hasta 2014 en busca de inversionistas para que la empresa pudiera regresar a operar, pero debido a las deudas acumuladas, fue declarada en quiebra por la jueza Edith Alarcón.
El mismo año la entonces Procuraduría General de la República (PGR) emitió una orden de aprehensión en contra de Gastón Azcárraga por el probable delito de lavado de dinero. Antes de que el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) terminara con su sexenio las autoridades mexicanas retiraron la orden de aprehensión, lo cuál no le duró poco pues el actual gobierno reactivó la orden en 2018. Sin embargo, la cabeza de Grupo Posadas solicitó asilo político en Estados Unidos, dónde vive y evade a la justicia desde 2014.
El paro de actividades y la falta de recursos, afectó a más de 8 mil 600 trabajadores sindicalizados y jubilados, quiénes hasta este año llegaron a un acuerdo con el gobierno de López Obrador para ceder la marca y activos de la compañía por 816 millones de pesos.
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