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JORGE GÓMEZ NAREDO
@jgnaredo
Andrés Manuel López Obrador es sin duda uno de los presidentes más atacados por la prensa en la historia de México. Quizás sólo Francisco I. Madero lo supere, pues la prensa hizo todo lo posible para que la presidencia de éste durara muy poco. Sin embargo, en la historia reciente, ningún mandatario ha sufrido los ataques que ha sufrido López Obrador.
Todos los días hay campañas de odio en su contra en medios de comunicación tradicionales y en redes sociales. Se le acusa de ser dictador, autoritario, de dejar a la gente sin dinero, de malgastar los fondos del Estado en pensiones, de hacer obras que no sirven de nada, de hablar mucho, de no trabajar, de no decir puros halagos de la prensa, de contestar a los infundios y las mentiras, de reírse de la oposición…
Todos los días y a todas horas hay campañas de odio en contra del tabasqueños. Y, sin embargo, la popularidad de éste no sólo no ha disminuido, sino que se ha incrementado. En la más reciente encuesta de Enkoll, una casa encuestados de prestigio, el presidente tiene la aprobación del 70% de los mexicanos. Eso es una cifra muy pero muy alta y significativa.
Suele ser que, a finales de sus gestiones, los mandatarios bajen su nivel de aprobación. Es lo que muchos nombran como el “desgaste del gobierno”, es decir, de llevar ya unos años gobernando, y de que los problemas no se hayan resuelto, o no se hayan cumplido las promesas.
Pero en el caso de AMLO, la aprobación sube. Su peor momento fue durante la pandemia, cuando bajó -según Enkoll- a un 44% de aprobación, y de ahí, ha habido incrementos muy significativos, que incluso han subido hasta un 76%. Y no hay que olvidarlo, esta aprobación se da en un contexto donde la prensa ataca siempre, y donde la oposición busca desesperadamente estrategias para desprestigiar al presidente.
Sin duda, el fenómeno AMLO es algo digno de estudio, y forzosamente involucra a un pueblo que respeta y quiere a su mandatario por lo que éste ha hecho para con la gente humilde.
