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abril 28, 2024

Voces

Arreando al elefante | ¿Venganza o ineptitud?

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ANA MARÍA VÁZQUEZ
@Anamariavazquez

Mientras estábamos distraídos con la denuncia de Tatiana Clouthier contra Alfredo Jalife y sus consecuencias, una noticia se deslizó suavemente, como si se hubieran calculado los tiempos para que entre el ruido no se escucharan los festejos. ¿Quién festejaba?, Rosario Robles, “mi trayectoria y nombre siguen intactos”, declaró la que fuera titular de SEDATU en el sexenio de Peña Nieto, el “no te preocupes Rosario” que le dijera públicamente Peña en una de sus últimas apariciones públicas, pasó por 4 años en prisión esperando sentencia o absolución por el caso de la llamada Estafa Maestra y lo que ella calificó como “venganza política” y luego escribió en un post “utilizar las instituciones para venganzas no es de demócratas” ¿venganza o ineptitud?

Un Tribunal Colegiado resolvió por unanimidad ratificar la sentencia absolutoria al caso y ya no se podrá ejercer ninguna acción legal contra ella, las acusaciones por uso indebido del servicio público al, supuestamente ser omisa en el desvío de 5 mil millones de pesos, así como cualquiera otra en el expediente, han quedado en la basura.

A lo largo del sexenio hemos visto con tristeza e indignación como los “presuntos y presuntas” han sido liberados; las carpetas deficientes, mal armadas o incompletas han hecho que eventualmente muchos de los personajes señalados, con acusaciones fundamentadas tanto desde la fiscalía como por el periodismo de investigación, terminen siendo desechadas por los jueces colegiados, como si en el paso siguiente al armado de la judicialización, se cometieran a propósito errores garrafales que han sido señalados por diversos juristas mientras que el Fiscal General se concreta en el mejor de los casos, a “nadar de muertito”.

No todo es obra de la Suprema Corte, aunque no niego que las tendencias son abiertamente en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, habrá que revisar con lupa a los elementos de la fiscalía encargados de que las carpetas se armen con las leyes vigentes, con la responsabilidad de su cargo y con la coherencia que un juzgador requiere para presentar, sostener y ganar un proceso ya que, hasta ahora, no ha habido un solo acusado que al final sea sentenciado. ¿Será a propósito?

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