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OMAR MONTALVO
Ciudad de México. – La alcaldía Xochimilco que encabeza Carlos Acosta Ruiz es la segunda ocasión en que es responsabilizada por activistas defensores de animales por negligencia.
La rescatista Alelí Vital, es una de las defensoras y rescatistas de animales que se han pronunciado al respecto de las matanzas seriales hacia perros en el bosque de Nativitas ubicado en Xochimilco y considera que dicha alcaldía es de las más negligentes respecto al bienestar animal.
“Desde hace meses se vive una situación alarmante en el bosque de Nativitas. Mas de 20 perros han sido torturados y asesinados sin que las autoridades hagan algo al respecto” señaló la activista desde su experiencia como también habitante de Xochimilco.
Alelí quién también es abogada indicó que los hechos recientes deben de castigarse con cárcel y multa de acuerdo al vigente Código Penal para el Distrito Federal que califica como delito al maltrato o crueldad en contra de cualquier animal.
“Exigimos a las autoridades locales tomar medidas urgentes para investigar estos casos y castigar a quienes resulten responsables, así como implementar acciones preventivas para evitar más muertes innecesarias” agregó.
En lo que va del año, es la segunda vez que en Xochimilco se responsabiliza a Acosta Ruíz, ya que durante el mes de marzo también hubo una matanza a perros en el Deportivo Xochimilco.
El colectivo de activistas Xochitzcuit responsabilizó al alcalde, pues los perros callejeros irrumpieron en la Feria Ganadera que tenía lugar en el mismo espacio, aunque evitar que los canes entraran era tarea de la nula vigilancia.
El mismo colectivo también solicitó a la alcaldía el paradero de varios perros capturados y abandonados en la zona chinampera.
En cuanto a Acosta Ruiz, durante mayo de 2022 la Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJ CDMX) inició una investigación por el posible ecocidio de seis ajolotes en los canales de Xochimilco, un ambiente que no es apto para su sobrevivencia.
La denuncia la hicieron ciudadanos animalistas pues dicha especie se encuentra en peligro de extinción, pero el alcalde morenista los utilizó para un acto político.
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