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Colectivo Guacamaya filtró que la Sedena tiene ubicados a 12 dirigentes
OMOR MONTALVO
Ciudad de México. – El pasado 4 de septiembre el Auditorio Justo Sierra de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también conocido como “Auditorio Ernesto Che Guevara”, cumplió 23 años desde su toma por colectivos de izquierda, los cuales se diluyeron y ahora es operado por un grupo de presuntos anarquistas.
El rector de la UNAM, Enrique Graue, está a unas semanas de dejar su cargo y uno de los pendientes en sus ocho años de gestión es la recuperación del auditorio. Sólo en 2016, cuando recién tomó posesión del cargo intentó dialogar con el grupo Okupa Che Guevara, pero sin lograr resultados
En aquella época Graue Wiechers, señaló que el uso de la fuerza pública es el último recurso, pues recurrir a otras autoridades viola la autonomía política de la UNAM para resolver sus problemas internos.
El “Che Guevara” ubicado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) casi desde su toma es utilizado como un comedor popular y recientemente como un foro alternativo.
Tras un recorrido, estudiantes de la Facultad de Psicología comentaron que no les llama la atención por su aspecto lleno de pintas, además que por las noches han observado a gente externa a la UNAM bebiendo alcohol y consumiendo estupefacientes en las entradas del recinto.
La opinión es similar para los estudiantes de la Facultad de Derecho, quienes piensan que se puede retomar su objetivo principal y volver a tener conferencias magistrales.
Debido a que se trata de un espacio politizado, el “Che Guevara” ha sido objeto de disturbios, contándose hasta nueve hechos violentos desde 2009. La última vez fue en 2018 cuando un grupo de porros atacó a estudiantes de la UNAM, incluyendo a menores de edad del CCH Azcapotzalco.
De acuerdo con las filtraciones que hizo el colectivo Guacamaya durante 2022, la Secretaría de la Defensa nacional (Sedena) tiene identificados a doce ocupantes del Auditorio Che Guevara. Tres son ex alumnos de CCH Naucalpan, tres expulsados del mismo colegio, un ex estudiante de la FFyL, “el Yorch” que nunca ha sido parte de la UNAM pero en 2016 fue detenido por presunto narcomenudeo, mientras que de los cuatro restantes la Sedena carece de datos sobre su situación académica, pero señalan antecedentes por agresiones y amenazas.
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