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Franca diversión
Sadit Gabriel
Menor, pero solvente. El ejercicio cinematográfico del polivalente Neill Blomkamp (Sector 9) bien se coloca como un buen artificio de esta clase de subgénero, aunque se extravía camino a la exposición de un arte mayor.
Es, para el espectador, la representatividad de las virtudes llanas el alegato cuya forma monopoliza la generalidad de una cinta hecha con efusividad. Sus cualidades presentan formas superiores a cortes, registros, subtextos y ficciones colectivas como Need for Speed (2014) o La carrera de la muerte (2008).
Innegable es su carisma, así como las virtudes presentadas en la circunscripción de cada personaje; lo anterior pierde su magia en un cristal translúcido donde la superposición fílmica es ocupada por trabajos como la extraordinaria Ford v Ferrari (2019) o la magnífica Rush (2013).
Convierte Blomkamp la profundidad dramática de sus protagonistas en un punto ciego para el metraje; presenta una estética bidimensional en la declaración de motivos adjunta a cada fase, contrastada al repertorio estructural mostrado en quien copa la formulación del montaje.
Tiene en su caché la mejor de sus condiciones, pero no materializa un repertorio superior. No en el drama de acción, no en el campo automotriz, aunque vale su boleto como franca diversión.
Nombre: Gran Turismo.
Año: 2023.
Director: Neill Blomkamp.
Calificación: 7.6 (buena).
Dónde: Solo en cines.
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