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Salvador Guerrero Chiprés
Es símbolo de transformación. El Parque Cuitláhuac fue construido sobre 88 hectáreas de lo hace siglos era un lago y hace 30 años un basurero. Presupuesto federal y local de por medio, sepultó la corrupción y el abandono, especialmente del sexenio 2012-2018.
Hubo determinación para sembrar parques y enterrar prejuicios; miles de familias ya lo disfrutan.
El 13 de septiembre de 2020 al inaugurar la primera etapa de ese parque en Iztapalapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador, la entonces Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, y la alcaldesa Clara Brugada, arrojaron agua alrededor de un arbolito menor a 40 centímetros. Hoy mide un metro cuarenta.
“Tuvieron buena mano”, dijo el secretario de Obras, Jesús Esteva en la ceremonia inaugural del inmenso parque al que acudieron familias y muchos aspirantes a continuar abonando al crecimiento de Morena en el país y en la capital nacional.
Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno, insiste entusiasmado sobre Iztapalapa: ya no es más el patio trasero. “Se llenó de Utopías, se sembraron derechos”, apunta y la audiencia lo aplaude.
El “Chapultepec de Oriente”, en su tercera sección, es presentado a la comunidad en un aniversario más de vida de Brugada, quien junto con Omar García Harfuch compite en el uno-dos de quienes mejor están posicionados en la CDMX para encabezar la propuesta de Morena para el 2024.
Hay buenas noticias para la ciudadanía. La capital dejó ser considerada una de las urbes más contaminadas del mundo, sostiene Marina Robles, secretaria del Medio Ambiente: 17 nuevas áreas verdes, 34 humedales, 35 millones de plantas sembradas, 42 nuevas especies de aves. Por ello, dice, el año pasado se tuvieron 120 días limpios, por 99 registrados en 2018.
Bailan Brugada y Batres en el nuevo bailódromo. El movimiento comanda la fiesta.
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