30 lecturas
Jorge Gómez Naredo
Delfina Gómez, hace seis años, ganó las elecciones para ser gobernador del Estado de México, pero el PRI y las instituciones que controlaba (y que muchas aún sigue controlando) lo impidieron. En ese año de 2017, el hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (en ese entonces dirigente de Morena) explicó contundentemente la forma en cómo el PRI hizo fraude. Había muchas posibilidades de reaccionar ante la afrenta de ese grotesco fraude en el Estado de México. El tabasqueño decidió la vía de señalar las irregularidades, evidenciar la forma en cómo hicieron trampas y, en lugar de establecer una estrategia de protestas en las calles, concentrarse en el proceso electoral de 2018.
Sabía AMLO que había muchas posibilidades de ganar la elección presidencial, y que emprender una agenda de resistencia en el Estado de México habría significado un desgaste del movimiento. Pero el fraude de 2017 no se olvidó. Hoy, las circunstancias son muy distintas a las de hace seis años.
Morena no sólo ganó la presidencia de la República, sino que ha triunfado en más de 20 entidades, y tiene la mayoría de los legisladores en el Congreso de la Unión. Además, la aprobación del presiente es un fenómeno, pues prácticamente el 80% de los mexicanos está conforme con su gestión y con sus políticas públicas. Además, la maestra Delfina Gómez, que es de nueva cuenta la candidata de Morena en el Estado de México, ha mantenido la popularidad en estos seis años, y la gente la sigue queriendo mucho.
Es prácticamente un hecho que Morena ganará las elecciones del Estado de México el próximo 4 de junio. La diferencia entre Delfina y Alejandra del Moral es de casi 20 puntos porcentuales, y por más fraudes que quieran hacer, será muy complicado que reviertan la ventaja morenista. Los partidos de la hoy oposición se unieron en el Estado de México. Sí, el PRI, el PAN y el PRD van juntos, y al ser derrotados, el impacto será muy negativo en aras a las elecciones del 2024. Así pues, la cosa pinta muy bien para Morena. Y para el PRIAN (más el PRD), el escenario es muy gris. Muy pero muy gris.
Lee también: Periodismo subjetivo | Para consolidar la 4T, la unidad ante todo