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Salvador Guerrero Chiprés
Desde hace más de seis meses todas las encuestas demostraron que: 1) México percibe como probable ganadora a una mujer en la disputa electoral del 2024 hacia la Presidencia de la República; 2) la más destacada de ellas es conocida en todo el país, y 3) la experiencia política, y específicamente de gobierno asociada a ella, está acompañada de valores percibidos en todos los segmentos sociales y más allá de Morena y de estas
fronteras.
La presencia de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum en Tamaulipas y Nayarit este fin de semana contribuyó a ese posicionamiento preexistente. Sus adversarios internos y externos sostenían que aquellas precondiciones no existían. Los mandatarios estatales Américo Villarreal y Miguel Ángel Navarro, así como los alcaldes de Reynosa, Carlos Peña, y de Tepic, Geraldine Ponce, abonan a una tendencia de percepción
crecientemente sólida: una condición indispensable en la valoración social y política, específicamente presidencial, necesaria para una continuidad del cambio de régimen desde el núcleo más social de Morena.
Imposible no advertir en la propia CDMX el contraste real y percibido, medible también en encuestas. Intereses particulares ilegales, componendas o extorsiones como las que han sido documentadas en la alcaldía Benito Juárez por empresarios inmobiliarios, debilitan a la oposición. Está sujeto a proceso penal el ex delegado Christian Von Roerich, el ex líder panista de su bancada local y el de mayor nivel detenido por una modalidad extorsiva.
La CDMX está en el centro de atención. Las buenas prácticas se comparten con otras entidades y países. Sheinbaum participa esta semana en la Primera Cumbre de Ciudades de las Américas, en Denver. Es su primera salida internacional. La capital es también referente de ciudades sustentables ante el cambio climático.
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