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Juan Hernández
Lo curioso de las criticas es que en muchos de los casos no hay un sustento técnico, económico o incluso social para hacer un determinado señalamiento, lo que ha ocurrido con el anuncio del concierto gratuito de la cantante española Rosalía, en la CDMX.
Las críticas y ataques van en el sentido primero de los recursos que se invirtieron para contratar a la artista, los cuales ya fueron debidamente aclarados y justificados, pero lo que no ha tocado son los beneficios
que hay en torno a este tipo de eventos masivos que se realizan en la CDMX y solo basta citar que datos de la Cámara Nacional de Comercio de la CDMX, prevén una derrama económica de 100 millones de
pesos.
¿Quiénes serán beneficiados? Van desde los vendedores de diversos productos de los alrededores, restaurantes, hoteles, taxis, bares y todo lo que gire en el ramo de servicios y turismo. Y lo mismo ocurre con otros eventos masivos privados como la Fórmula 1, los conciertos en la Arena Ciudad de México, Metropólitan, el Estado Azteca, Palacio de los Deportes, Foro Sol, Plaza de Toros, por mencionar algunos y que generan también derrama económica.
¿Entonces, por qué rasgarse las vestiduras? ¿Acaso los días festivos en que las alcaldías -opositoras y pro 4T- llevan a conjuntos están mal? Hoy la CDMX está repuntando en actividad económica, y más allá de las fobias y filias partidistas, se tiene que reflexionar que para bien o para mal, quienes se benefician son las familias mexicanas que tiene negocios o son emprendedores que buscan aportar empleos y un sustento a hombres y mujeres de la CDMX.
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