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Ricardo Sevilla
Finalmente, el Instituto Nacional Electoral sí se tocó. Y recibió, por así decir, un toque democrático. Ese organismo que, desde su surgimiento, en 2014, estuvo secuestrado por personajes de la derecha, ayer se liberó del yugo que le impuso el racista y clasista Lorenzo Córdova.
Y es que ayer Guadalupe Taddei Zavala, que tiene una comprobada trayectoria en el ámbito electoral, fue designada nueva consejera presidenta del INE.
Sin embargo, Taddei Zavala, ya comenzó a ser descalificada por la oposición. Y como los prianistas no pueden reprocharle su experiencia en materia electoral, han cedido a las críticas más hueras e insustanciales: su parentesco con ciertos personajes cercanos a la 4T.
Pero, más allá del parentesco consanguíneo que, en efecto, Guadalupe Taddei tiene con ciertos personajes que trabajan a favor de la Cuarta Transformación, la oposición quisiera que no tuviera ningún parentesco intelectual con la izquierda.
Marko Cortés, por ejemplo, ya amenazó con impugnar a dos de los cuatro insaculados “por sus claros vínculos con MORENA”. El líder del PAN desearía que al frente del INE hubiera quedado algún palafrenero de su jefe: Claudio X. González.
Infelizmente para los neoliberales, tan acostumbrados a imponer la elocuencia colonial de sus pistolas, no habrá berrinche que valga: la insaculación es un procedimiento constitucional válido y los propios líderes parlamentarios de la Cámara de Diputados optaron por avalarlo.
Para infortunio de los conservadores, elegir por insaculación minimiza el faccionalismo, ya que, mediante ese procedimiento, no hay necesidad de ganarse la simpatía de los grupos clave.
Hace unos meses decían por todos lados que el INE no se toca. Pero ya se ve que era una cantaleta hipócrita.
La virulenta derecha, que tanto acusa la intromisión del presidente López Obrador, no ha hecho más que oponerse a la democracia.
Por miedo a perder sus privilegios han bombardeado mediáticamente a la ministra Yasmín Esquivel y, desde ayer, ya comenzaron a disparar contra Taddei Zavala, la primera mujer en la historia en ser consejera presidenta del INE. Pero esos son los gajes de coincidir con el pueblo y no con la oligarquía.
