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Ana María Vázquez
“No vamos a permitir que se afecte la dignidad de México. o cambian su narrativa o a partir de hoy comenzaremos con una campaña informativa en Estados Unidos para que los hispanos en Estados Unidos se enteren de las intenciones de los republicanos”. Esta fue la contundente respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador frente a las declaraciones de Dan Creshaw, quien sigue usando a México como ariete político ante las futuras elecciones en ese país. La respuesta del presidente de México ha sido contundente; consciente de la gran cantidad de población latina en ese país, que es del uno por cada cinco habitantes, todos con capacidad de voto, todos con raíces latinas y que generan en promedio $2.8 billones de dólares por año y según los analistas, si fuera un país independiente, sería la quinta economía mundial.
Durante décadas, los presidentes mexicanos se han sometido a la hegemonía norteamericana, agachando la cabeza y cediendo una y otra vez, minimizando o pasando por alto los ataques que en tiempos de elecciones se hacían tomando a nuestro país como Punchin-bag. La memorable mañanera de ayer, desde el Bunker construido por Felipe Calderón y su “socio” García Luna, fue el marco perfecto para responder
con un golpe en la mesa a las preguntas de la prensa ante el ataque del Republicano.
Este gobierno que se ha distinguido por defender la soberanía hace ahora un acto de congruencia con la mejor arma: la voz de nuestros hermanos migrantes que a través del duro trabajo y esfuerzo, tienen ciudadanía, capacidad de voto y ahora, la fuerza económica y política para responder el llamado de su tierra, México. En una columna anterior apuntaba, sobre la extraña “coincidencia” de lo sucedido en Tamaulipas con los afroamericanos y los ataques del senador Creshaw, ahora, los mismos medios norteamericanos destapan el historial de narcotráfico de los que supuestamente venían a una operación “estética”.
¿Coincidencias o un montaje que diera pretexto mediático para apuntalar los golpes de Creshaw? El tiempo lo dirá. Por lo pronto, desde esta humilde columna, se le brindan aplausos de pie a nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador.
