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Antonio Attolini Murra
¡Atención, atención! Los conservadores también lloran… claro, por la pérdida de privilegios y afrentas populares que manchan sus ropajes aristocráticos. Resulta que la buena senadora Patricia Mercado se quebró a llorar Edmundo Jacobo Molina fue cesado de su cargo en el INE después de 14 años derivado de las disposiciones incorporadas en el conjunto de reformas del llamado Plan B . ¡Qué tragediaaa! ¿Cómo podrá superar semejante catástrofe? Es extraño que la senadora Mercado haya decidido mostrar su lado más sensible precisamente por la salida de alguien del INE… ¿Por?
¿Acaso no hay cosas más importantes por las que preocuparse? Me atrevo a juzgar sus sentimientos y aquello por lo que se conmovió porque de verdad me parece delirante. Es cierto que perder un trabajo nunca es fácil, pero ¿acaso Edmundo Jacobo es el único funcionario público que ha sido cesado en la historia de México?
¿Acaso no sabía que su cargo estaba sujeto a cambios y reformas legales? ¿Por qué la senadora Mercado no llora por los lamentables y miserables cabilderos que tiene en su bancada que venden el interés legítimo de la ciudadanía que los votó al mejor postor de las farmacéuticas o de las tabacaleras? ¿Y cuando gobernaba con Mancera? ¿Nada?
La verdad es que resulta un poco ridículo que la senadora Patricia Mercado se haya puesto a llorar por la salida de un funcionario público que, por cierto, cobraba un sueldo muy elevado. Tal vez debería preocuparse más por sus electores y por los problemas reales que enfrenta el Pueblo de México en lugar de mostrar su lado más dramático por un simple cambio en el INE. ¡Vamos, senadora, no llore por él!
