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Jorge Gómez Naredo
Durante años, dijeron que, si ganaba la presidencia Andrés Manuel López Obrador, todo se iba ir al carajo: el peso se devaluaría, habría crisis económicas, inestabilidad, y las inversiones extranjeras se irían del país. Nadie creería en México y nadie le apostaría ni un solo peso al país.
Cuando ganó AMLO, y en una consulta pública se decidió que el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) se cancelaba, los que afirmaban que todo se iría al carajo, lo afirmaron con más fuerza. Y no sólo eso, pronosticaban el alto de las inversiones. Por ejemplo, Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), plantó que las inversiones disminuirían, porque la “confianza es muy importante para que la inversión siga fluyendo y haya crecimiento”.
¿Qué dirán hoy quienes afirmaban eso en 2018? Y es que ayer el presidente confirmó que Tesla, una de las empresas más importantes del mundo, invertirá alrededor de diez mil millones de dólares en México. Además de eso, el dueño de Tesla, Elon Musk, se comprometió que apoyaría en Nuevo León (donde se instalará una planta) para solucionar el problema del agua. Así pues, todo lo que dijeron los que hoy son oposición, de que AMLO era lo peor y que alejaría las inversiones, ha sido una completa mentira.
Las inversiones extranjeras siguen llegando e incluso rompieron ya máximos históricos. Además, el peso está estable, y si hay inflación, es por un fenómeno que afecta a todo el mundo. Durante años buscaron engañar al pueblo. Hoy todas sus mentiras se han venido abajo. Deberían ofrecer disculpas y asumirse como unos mentirosos, pero lo de ellos no es la ética.
