18 lecturas
Salvador Guerrero Chiprés
Un cabello o una pequeña mancha de sangre pueden establecer la culpabilidad de un delincuente, la identificación de una persona desaparecida o vincular a un presunto responsable de feminicidio con la probabilidad procesal de una sentencia que haga alguna justicia para las víctimas. Desde 1990, el FBI comenzó a usar el sistema de índice de ADN combinado o CODIS, que permite comparar perfiles genéticos con los existentes en su base.
En 2008, el Consejo de la Unión Europea aprobó el intercambio de esta información entre Estados miembros. La base de información genética del Reino Unido, por ejemplo, contiene unos 3 millones de perfiles y, en promedio, cada día se agregan más de mil muestras. En la CDMX, desde hace 4 años la Fiscalía General de Justicia, encabezada por Ernestina Godoy, comenzó un proceso de fortalecimiento de las capacidades del Laboratorio en Ciencia Forense, que este lunes recibió la certificación al cumplimiento de la norma internacional ISO/IEC 17025.
Los avances en la investigación genética complementan la estrategia de seguridad y justicia desarrollada en la capital nacional por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien es la única mandataria estatal en haber detonado unilateralmente la alerta de género y de empujar la propuesta del banco de ADN: el único a nivel nacional.
Desde la Policía también destaca el esfuerzo de aplicar herramientas tecnológicas de última generación. En el complemento de capacidades investigativas ampliadas, hoy Omar García Harfuch, titular de la SSC
inaugura el Centro de Realidad Virtual en la Universidad de la Policía, para un futuro que ya se construye con lo más avanzado para entrenamiento mediante simulación de situaciones de conflicto en calle.
