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María Ángela y 48 horas de terror

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La jovencita de 16 años estaba amarrada de pies y manos; envuelta en bolsas de plástico negras, la abandonaron en un parque de juegos en Neza

Deyanira Carmona.

 

“¡Auxilio, no está mi hija, desapareció, ayúdenme por favor!”, gritaba Rocío Bustamante desesperada, después de llamar en repetidas ocasiones a María Ángela Olguín, de 16 años, y no obtener respuesta de ella.

“¿No vieron a mi hija?, es morena, delgada, acabo de salir del baño, ella me estaba esperando aquí afuera y alcance a escuchar que me gritó “¡ma!, solo me tarde 5 minutos y cuando salí ya no estaba”, explicaba la mujer desesperada a los vendedores del paradero Indios Verdes, puesto tras puesto, “No hemos visto a nadie con esas características, lo siento señora”, respondían algunos, mientras que otros se hacían ojo de hormiga.

Rocío desesperada llamó a su esposo, quien arribó minutos después a los baños públicos ubicados en la salida G, de la estación del metro Indios Verdes, “¡Hija, ¿Dónde estás?, por favor, responde, hija!”, gritaba el señor mientras marcaba al celular de la joven, pero ya lo habían apagado.

Aquel día Rocío y Ángela se dirigían hacia Tasqueña, pues la joven de 16 años necesitaba entregar un papel para poder continuar sus estudios, sin saber que la tragedia se avecinaba.

 

MANIFESTACIÓN

Angustiados por la ausencia de María Ángela, la familia Olguín Bustamante, acompañados de compañeros de la chica y amigos se manifestaron sobre la avenida Insurgentes Norte, en dirección a la autopista México-Pachuca, para presionar a las autoridades a que buscaran a la víctima.

“¡Justicia!”, gritaban mientras sostenían cartulinas con el nombre de María Ángela y con el corazón lleno de esperanza por encontrarla con vida.

Al lugar, arribaron 200 policías y granaderos, con la excusa de que la manifestación “obstruía la vialidad” y ante su presencia la hermana de víctima le preguntó a los uniformados:

“Yo tengo una pregunta para ustedes como autoridad, ¿Son capaces de traer más de 200 granaderos para frenar la manifestación pacífica y por qué no mandan a estos mismos oficiales a que busquen a mi hermana?, dijo la joven.

 

INVESTIGACIONES

La señora Rocío exigió tener acceso a las cámaras de videovigilancia en la cual observó que un sujeto, el cual no logró identificar, se acercó y se llevó a su hija del brazo.

“En las cámaras del C5 se ve como un tipo se acerca a mi hija, y la jala del brazo, antes de que yio saliera del baño, sin embargo, no logro identificarlo”, afirmó la mujer.

 

LA LOCALIZAN

“Hay unas bolsas negras tiradas frente a mi casa dentro de la zona de juegos, creo que es una persona, ya que desde hace rato se está moviendo”, reportó a la policía uno de los vecinos que habitaba entre la avenida Las Torres y calle 12, colonia Las Águilas, en Nezahualcóyotl.

Minutos después arribaron al lugar dos mujeres policías, quienes al revisar la bolsa localizaron a la joven justamente donde meses antes habían tirado dos cadáveres.

“Localizamos a la joven en posición fetal cubierta con bolsas negras, estaba semidesnuda, atada de pies y de manos con agujetas, tenía cinta canela en el abdomen y señaló que le dolía mucho la espalda, además estaba muy desesperada, pues ella lo que quería era desatarse de las manos”, dijo una de las policías.

Posteriormente, arribó al sitio Erika Quirino, integrante de una Célula de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Rescate Municipal, quien dijo que “la chica presentaba lesiones y estaba muy nerviosa, pero consciente, entonces, la atendieron paramédicos de una ambulancia y, posteriormente, fue enviada a la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas de la Ciudad de México, donde la entregaron a su familia, tras practicarle exámenes médicos y psicológicos”.

 

 

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