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Enrique Sánchez Márquez
Mimada, protegida y con arreglos bajo la mesa para allanar su camino a la gubernatura del Estado de México, Alejandra del Moral ha convertido el estado de derecho en estado de chueco al no reparar en gastos millonarios para convertir su sueño en realidad.
Su comportamiento y el gasto que derrocha en este propósito ha llamado la atención al usar recursos de los mexiquenses de manera desmedida. Tan solo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador conoció de una denuncia en su contra al haber utilizado cincuenta millones de pesos para exhibirse en 180 espectaculares colocados en múltiples puntos estratégicos, con los que disfraza una campaña abierta de su candidatura mediante la portada de una revista que nunca se publicó.
El presidente fue enterado de ese costo fue tomado de la secretaria de desarrollo social del gobierno mexiquense donde hasta hace poco ella era la titular y del cual ya se han presentado algunas denuncias, pero no han fructificado. Al respecto el presidente recomendó a los ciudadanos que denuncien, que no se dejen y no permitan el fraude electoral.
Lo más saludable es que los candidatos no utilicen dinero del presupuesto para favorecer a partidos o personas. Pidió que se actúe con transparencia, que el voto sea libre, que las elecciones sean libres y limpias; En suma, que se acabe el fraude electoral. Esto es claramente una vergüenza, dijo el mandatario.
Por qué se le permite actuar con toda la impunidad del mundo, pasando por encima del INE y de la Fepade, presidente? ¿Por qué la Fepade no interviene en este fraude electoral anticipado, presidente, adelantándose completamente a la candidata de Morena, Delfina Gómez?
Eso es lo que se ha estado manifestando y, repito, ya se han hecho las denuncias, se han publicado en diversos medios; sin embargo, esto no ha tenido eco de ninguna manera y, obviamente, inclinándose la balanza hacia la candidata o la futura candidata.
