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Jorge Gómez Naredo
Durante años, afirmaron que con Andrés Manuel López Obrador la economía se vendría abajo. Lo repitieron una y otra y otra vez. Su objetivo siempre fue impedir que el tabasqueño ganara la presidencia.
Al principio su guerra sucia le funcionó. En 2006 mucha gente votó por Felipe Calderón porque tenía miedo de que, con AMLO, todo se viniera abajo. Algo similar pasó en 2012; pero en 2018, aunque esas campañas tuvieron impacto, fue mucho menor.
Aun así, continúan repitiendo que la economía con AMLO va mal, y pronto habrá un desastre. Por ejemplo, hace un mes, el dirigente del PAN, Marko Cortés, emprendió una campaña donde afirma que el actual gobierno ha “provocado décadas de atraso a nuestro país y crisis en todos los sectores”.
Estas campañas contrastan con la realidad. Por ejemplo, nuestra moneda, en lugar de devaluarse como en los sexenios anteriores, se ha apreciado: pasó de 20.34 pesos por dólar a 19.42.
Además, a pesar de la crisis económica mundial provocada por la pandemia y de los efectos nocivos (por la alta inflación en todo el orbe) de la guerra entre Ucrania y Rusia, el gobierno de México no se endeudó, y mantuvo una inflación menor a la mundial.
Ayer el presidente anunció que se inició una reestructuración de la deuda externa. Dijo el mandatario: “ya lo que estamos buscando es que [en] el [20]25, el próximo gobierno no tenga la presión que nosotros tuvimos al inicio del gobierno, se va a reducir el pago de servicio de deuda a la mitad”.
Esas campañas que afirmaban que AMLO nos llevaría al caos eran sólo mentiras. En 4 años ha quedado de manifiesto que tenemos una economía estable, una moneda fuerte y un presidente responsable.
