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Este tipo de casos se ha incrementado 24% durante el último año; estos hechos se evitarían si autoridades atienden denuncias.
Redacción Grupo Cantón.
La violencia familiar se disparó más del 200% en el Estado de México durante los últimos tres años y, aunque las víctimas denuncian a sus agresores, las autoridades mexiquenses siguen sin poder evitar que estos casos escalen hasta la peor de sus consecuencias: el feminicidio.
Este tipo de violencia es considerada por especialistas como una serie de manifestaciones violentas de carácter cíclico que pueden ser físicas, económicas, sexuales, psicológicas y que, en los peores casos, pueden escalar hasta el feminicidio. Enma Obrador, directora de la AMAM (Asociación de Mujeres Abrazando México) y presidenta de la Red Nacional de Abogadas Defensoras de las Mujeres, señaló que la violencia de género en todas sus dimensiones “es un problema que nos rebasa como país como sociedad y a las instituciones”.
Obrador Garrido explicó que los feminicidios siguen ocurriendo porque “hombres y mujeres pueden hacerlo”, factores como la falta de acceso a la justicia, un sistema obsoleto, exceso de burocracia e impunidad; combinados con apatía social y la objetificación de la mujer en los medios de comunicación contribuyen a que la violencia de género y los crímenes de odio contra las mujeres se mantengan como una emergencia tanto en el Edomex como a nivel nacional.
Pese a que once municipios del Edomex cuentan con una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) -siete con doble alerta por la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres-, la entidad refleja una alta incidencia de violencia de género y crímenes de odio con las mujeres en México.
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