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Ricardo Sevilla.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México le ha asestado un golpe durísimo al cártel inmobiliario comandado por el PAN. La institución dirigida por Ernestina Godoy solicitó una orden de aprehensión contra el exalcalde panista Christian Von Roehrich por corrupción.
El panista, que por supuesto ya puso pies en polvorosa, es acusado por presunto uso ilegal de atribuciones y facultades cometido por servidor público, así como por el delito de asociación delictuosa.
Por su parte, en el PAN, que siempre ha sido una cuna de cínicos y desfachatados, ya salieron a decir que la orden de aprehensión contra Von Roehrich es una “persecución política”.
Hasta el burdo líder nacional del PAN, Marko Cortés, declaró que la aprehensión del delincuente Von Roehrich obedece a una venganza del Presidente López Obrador porque, según él, Morena perdió la elección en la capital en 2021. ¡Imagínese usted el dislate! ¡Por favor! Por supuesto que no es ninguna persecución política ni cacería de brujas. De hecho: es todo lo contrario: es una excelente noticia, porque eso nos hace ver que en el gobierno de Claudia Sheinbaum está siguiéndose una política de cero tolerancia a la impunidad.
Ya basta de que los hipócritas panistas se envuelvan en el sudario de los mártires y quieran hacerle creer a la población que son víctimas de una conjura política.
Y fíjese que a quien le deben estar temblando las corvas es a Jorge Romero, quien, desde hace tiempo, ha sido señalado como el cabecilla del cártel inmobiliario panista. Hasta la propia Margarita Zavala, en algún momento, ante los micrófonos de Televisa, cuando conducía Carlos Loret el noticiero matutino, denunció a Jorge Romero Herrera como “el dueño de la Benito Juárez” y dijo que Romero era quien había ayudado al financiamiento de la campaña presidencial del fallido “Cerillo” Ricardo Anaya. Lo que esperamos, en todo caso, es que los jueces corruptos, que los hay como una plaga, no obstaculicen la impartición de justicia y que no le concedan algún amparo a Von Roehrich, quien, sin duda, es uno de los pillos más siniestros del PAN
