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Juan R. Hernandez.
Hay un viejo refrán que versa “Después del niño ahogado, tapan el pozo”, y es que desde este espacio ya se había advertido de la peligrosidad del robo de las tapas de coladeras, sin embargo, en el Congreso capitalino apenas comienzan a darse cuenta de lo delicado de este asunto.
Ahora resulta que el diputado de Morena, Fernando Mercado Guaida, presentó el pasado jueves una serie de reformas a la Ley Orgánica de Alcaldías, así como a la Ley del Derecho al Acceso, Disposición y Saneamiento del Agua de la Ciudad de México, con el propósito de que todos los accesorios del equipamiento urbano en la Ciudad sean fabricados con materiales reciclados y polímeros libres de metal, principalmente las tapas de coladeras.
Mercado señaló que, derivado de los acontecimientos ocurridos en los alrededores del Palacio de los Deportes, en la alcaldía Iztacalco, donde lamentablemente dos mujeres perdieron la vida al caer por una coladera de la cual su tapa fue robada, orilló a que se tomen otras medidas de prevención de estos delitos.
Incluso, señaló que en algunas alcaldías aún existe la compra–venta ilegal de coladeras y diversos accesorios de equipamiento urbano, según datos una tapa de alcantarilla, que aproximadamente pesa 50 kilos, es pagada en 5 pesos por kg, la ganancia ronda los 250 pesos. Se tardaron ¿no?.
