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Antonio Attolini Murra.
A diferencia de la derecha, a la que no le emociona nada ni nadie, nosotros en el movimiento popular tenemos ritos, mitos y símbolos que preservamos, promovemos y de los que nos llenamos de inspiración.
Si no es una canción, es una consigna. Si no es una marcha, es un plantón. ¡Que si va a ser un honor estar con Obrador! ¿Qué canta la derecha? ¿A quién le reza? ¿Qué celebra? ¿Quién los mueve?
En México, desde hace 4 años, ha sido el odio y el rencor de ver a “un pinche indio de Macuspana” gobernando una economía del G20 la que los ha movido y orillado al infinito rencor que sienten por vivir en un país en donde ellos ya no son los protagonistas. Son elenco, importante sí, pero ni protagonistas.
El 27 de noviembre nos han convocado a marchar, a cantar, a defender la esperanza a demostrar con Alegría de que estamos hechos: la gran Marcha del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
¿Es competencia? Sí. ¿Es una forma de responder a la movilización de domingo pasado a favor del INE? Sí. ¿Va a ser la mas grande manifestación popular de la que se haya visto antes? Probablemente. Se contarán historias, cantarán canciones y muchos dirán que estuvieron ahí y otros, con tal de saberse parte, mentirán: yo estuve ahí para defender el cambio de régimen.
