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Paola “N” se aventó de un camión de pasajeros en movimiento y cayó dentro de una coladera de aguas negras; se fracturó ambos tobillos y terminó hospitalizada.
Redacción Grupo Cantón.
Las mujeres cada vez nos sentimos más inseguras al abordar las unidades de transporte público que circulan por las calles de la Ciudad de México y resulta impresionante que tengamos que cuidar nuestras espaldas todo el tiempo y viajar con la zozobra de que en cualquier momento podemos ser víctimas de asaltos o de algún ataque por parte de conductores desadaptados.
Susana Thénon, poetisa, traductora y fotógrafa de origen argentino refleja el miedo de la mujeres ante la violencia y las situaciones difíciles de la vida en su poema ¿Por qué grita esa mujer?:
“Esa mujer ¿por qué grita?, anda a saber, mira qué flores bonitas, ¿por qué grita?, jacintos margaritas, ¿por qué?, ¿por qué qué?, ¿por qué grita esa mujer?”. Y es que en las últimas semanas se han registrados varios casos donde, las mujeres se han tenido que aventar de diversas unidades en movimiento, con tal de no ser asaltadas o secuestradas, tal fue el caso de Paola “N” de 42 años, quien viajaba a bordo de un camión del transporte público por la colonia Morelos, en la Venustiano Carranza que inmediatamente el resto de los usuarios se asustaron cuando vieron que los sujetos sacaron de tremendos pistolones.
Los tres malandros se dispersaron rápidamente en todo el camión, y cuando Paola vio que uno de ellos se dirigía hacia ella, entre la desesperación y la incertidumbre, se aventó de la unidad en movimiento justo cuando transitaba sobre la calle Herreros. “¡Ayyy!”,gritó Paola mientras salía volando de la unidad y caía dentro de una de las cientos de coladeras abiertas que hay en la ciudad.
“¡Dios mío!¡Hay que ayudarla!”, dijeron varios testigos que corrieron a ayudar a Paola, quien se retorcía del dolor, ya que en la caída se fracturó los dos tobillos. “Deme la mano”, dijo un hombre que ayudó a la maltrecha mujer a salir del pozo, “¡Estoy muy asustada, no siento mis piernas!”, dijo Paola, “Tranquila señorita ya llamamos a una ambulancia”, respondió otro hombre.
Minutos después, arribaron al lugar de los hechos efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes resguardaron a Paola , mientras esperaron 2 horas y media una ambulancia para que la atendieran y trasladaran al Hospital 1 de Octubre. Esta vez le tocó a Paola y afortunadamente no murió, como sucedió con Lidia, quien perdió la vida al aventarse de un taxi en movimiento tras un intento de secuestro. o como Monserrat que también se aventó de una unidad. Hace unos días les tocó a ellas, pero podrías ser tú o yo.
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