Visitas
Se teme que un grupo criminal utilizaba al animal para que se se comiera a sus víctimas; la Fiscalía mexiquense investiga.
Redacción Grupo Cantón.
Aquel 31 de marzo de este año, Luis Alfredo Lobaco Gutiérrez salió a temprana hora de su domicilio ubicado en la comunidad de San Mateo Huitzilzingo, iba muy contento porque luego de varias semanas sin chamba, por fin, había encontrado un jale que le permitiera por lo menos sacar para la papa.
“Lo bueno que la chamba está cerca de mi cantón y así me voy a ahorrar lo de los pasajes, porque se gasta un resto”, pensó mientras caminaba con rumbo al domicilio donde lo habían citado las personas que lo “contrata Su lugar de destino era un domicilio ubicado en el poblado de San Pablo Atlazalpan que se encontraba a escasos 15 minutos de su domicilio. “Si se arma la chamba voy a poder sacar lo del chivo y para pagar mis deudas”, dijo en voz alta, mientras mentalmente hacia las cuentas de lo que iba a ganar y a gastar.
Emocionado, el joven de 28 años caminó presuroso hacia el domicilio situado en el barrio de Axacalco, sin imaginarse que ese sería el último día que sabrían de su paradero, pues nadie, ni su propia familia sabe si llegó o no a su destino, simple y sencillamente desapareció.
INTENSA BÚSQUEDA
Pasaron dos días y al no tener noticias de él, la familia de Huicho, como le decían de cariño, comenzó su búsqueda pegando carteles con su foto en los postes de las principales avenidas del municipio, luego acudieron ante las autoridades a denunciar su desaparición y subieron a las redes sociales su ficha de búsqueda, pero los días pasaban y no tenían noticias del joven.
Así pasó medio año y, en medio de la angustia y la desesperación, un velo de esperanza cubrió a la familia de Luis Alfredo, ya que la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas de Chimalhuacán, les informó que catearían el domicilio donde él joven albañil había sido citado, para tratar de encontrar algún indicio sobre su paradero.
La familia entera prendió veladoras y elevó sus plegarias al cielo para que los agentes de la PDI, policías estatales y municipales de Chalco encontrarán alguna pista de Luis Alfredo en el domicilio de Axalco.
MAYÚSCULA SORPRESA
Desafortunadamente cuando los agentes llegaron al predio del barrio de Axalco para cumplir con el oficio 400LH3000/MPICHI/3846/2020. con número de cateo 000156/2022 girado por el licenciado Juan Pérez Pérez, agente del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada Para la investigación de Delitos en materia de desaparición de personas y forzaron la puerta del inmueble, se llevaron una gran sorpresa, pues dentro del predio no se encontraba ningún cristiano y solamente hallaron un hambriento y feroz león.
El agente del Ministerio Público, Daniel Quijas Benítez, quien iba al frente del cateo, dio a la orden a los agentes de que retrocedieron ante la posibilidad de que el llamado Rey de la Selva los atacara y solicitó el apoyo de la Brigada de Vigilancia Animal para que lo durmiera.
Con dardos somníferos el león fue inmovilizado y trasladado al Zoológico de Chapultepec, ya que presentaba signos de desnutrición y se le notaban los huesos a través de la piel, como si a propósito no hubiera sido alimentado en semanas, ya que a su lado solo había un techo de láminas y una tina en la que aparentemente se le dejaba agua.
Los habitantes del lugar no dieron una explicación convincente sobre la presencia del felino en ese lugar, sin embargo, entre los vecinos inmediatamente comenzaron a correr rumores de que tal vez el león africano era utilizado por criminales para darles a sus víctimas como alimento y que tal vez Luis Alfredo, el albañil desaparecido, fue devorado por la fiera, pues sólo así se explica su misteriosa desaparición.
Te puede interesar.