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Ricardo Sevilla
Raymundo Riva Palacio, a quien sus amigos cercanos apodan “el Riva”, es un opinólogo que últimamente está en las tendencias y en los titulares de la prensa corporativa. Junto a Enrique Krauze, Hectór Aguilar Camín, Guillermo Sheridan es uno de los principales antilopezobradoristas.
Pero su ofensiva contra AMLO no es de ayer. Desde principios de 2019, este personaje ha montado una cruenta batalla contra el gobierno y, en concreto, contra la imagen del presidente López Obrador.
¿Por qué la agresión?, se preguntarán muchos. Sus motivos son tan vulgares como evidentes: “Riva” quiere contratos de publicidad para su medio de comunicación: Estrictamente Digital, S. C.
La empresa de este sujeto, quien se presume periodista y especialista en “seguridad nacional”, recibió jugosísimos contratos de parte de los gobiernos (corruptos) de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y de Miguel Ángel Mancera.
Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia, “Riva” creyó que sería igual que en las anteriores administraciones y, haciendo gala de sus acostumbradas adulaciones” intentó congraciarse con el gobierno. Pero el mandatario emanado de las filas de Morena no estaba dispuesto a darle contratos leoninos a los viejos voceros del régimen.
Raymundo, al ver que el Gobierno Federal no le soltaba contratos para “hacerle buena publicidad”, montó en cólera y, junto con otros chayoteros, inició la embestida contra la Cuarta Transformación.
Hoy sólo los incautos (o los distraídos) serían capaces de creer que Raymundo Riva Palacio, el exfuncionario del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, tiene razones periodísticas para criticar a López Obrador. Si el amigo de Miguel Ángel Mancera está en las tendencias de Twitter y otras redes sociales se debe, simple y llanamente, a que en los medios de comunicación neoliberales la consigna es inflar a cualquier gatillero que se anime a disparar contra la Cuarta Transformación.
