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Ana María Vázquez
De nuevo surgió el grito de los que leen encabezados de notas y no el contenido, es cierto, que a veces, el mismo no es claro o de plano se saca de contexto para poder “vender” o simplemente seguir en el golpeteo habitual que para algunos medios ya es deporte.
A finales de los años 90 fue encarcelado Daniel Arizmendi, junto con una banda de secuestradores de la que también su hermano Aurelio formaba parte. Esta banda se dedicaba a la extorsión y secuestro, con la modalidad de que a víctimas les cercenaba una oreja para dar una “prueba de vida” a familiares que se negaran a pagar los rescates, por eso lo apodaron “El Mochaorejas”, aunque las mutilaciones también fueron de dedos de las manos; la escritora Olga Wornat sugiere que fue este grupo el responsable del secuestro y mutilación de Vicente Fernández Jr.
La sentencia original fue de 393 años, después
se redujo a 350, el máximo de prisión en México en aquella época era de 40 años, actualmente es de 65.
La sentencia, como en casi todos los casos, fue apelada alegando tortura, a los detenidos se les practicó el protocolo de Estambul y mediante pruebas fotográficas, declaraciones y el mencionado protocolo, la Suprema Corte ordenó reponer el proceso. Los alegatos se centraron en la tortura ejercida para declarar y la asistencia legal deficiente, al comprobarse que el defensor era un estudiante de leyes.
Se realizará el nuevo proceso, sin embargo, esto NO implica la liberación de Arizmendi, cuya sentencia continúa y que éste es solo uno de los varios procesos penales que tiene en su contra.
El originario de Neza nació un 22 de julio de 1958, su historia familiar es de miseria, maltrato y abandono, estudió únicamente hasta el 1er año de secundaria y se casó a los 19 años con María de Lourdes Arias con quien tuvo dos hijos.
Formó parte de la Policía Judicial de Morelos, donde conoció las técnicas policiales que posteriormente le permitirían consolidar su carrera delictiva, misma que inició a tan solo dos meses de haber salido de la Policía de Morelos; se desconoce a ciencia cierta el número exacto de víctimas, aunque se habla de más de 200, sin embargo, se sabe que no obstante las 14 declaraciones que anuló el Primer Tribunal Colegiado, tanto de miembros de la banda como de Daniel y su hermano, ordenando que el expediente se regrese al juez de procesos penales, recalcando que los 350 años por sentencias acumulativas NO dejará la prisión.
