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Javier Lagunas
“En el análisis político hay que matizar siempre… pero los conservadores se han cerrado por completo, no entienden razones, todo es malo y andan nada más a la búsqueda de nuestros errores”.
Así se refirió AMLO en su conferencia matutina a la forma en que sus detractores lo atacan. El mensaje implícito para ellos fue que no pueden ser tan obtusos viendo y calificado, como lo hacen, toda su actuación en blanco y negro, bueno o malo.
Les está diciendo, deben reaprender y aplicar el término matizar; es decir, por muy obnubilados o enojados que estén conmigo no pueden caer en el maniqueísmo porque, “si estos están diciendo que estuvo mal –refiriéndose a columnistas detractores calificándolo a él y al proceso interno de Morena–, pues es que estuvo bien”. En términos simples, si ellos no matizan sus análisis, yo sí lo hago aun cuando los primeros me
dan la razón con su postura de bueno o malo.
“No falla porque están llenos de coraje, pero hay que seguir adelante y la clave es no divorciarse del pueblo” –cita el presidente – y con ello nuevamente les restriega en la cara a sus opositores, que su falla fue separarse del pueblo, que por eso perdieron y seguirán perdiendo, al mismo tiempo les ayuda al revelarles un secreto a voces, SU secreto: estar de lado de los que menos tienen, ahí está mi éxito, mi popularidad y mi aprobación.
Se los ha gritado desde hace tiempo y lejos de entenderlo, atacaron tanto sus políticas en favor de los menos favorecidos como a estos últimos, por eso el resultado electoral del 5 de junio pasado y siguen atacando lo mismo, siguen ciegos y sordos a los mensajes que cada mañanera les envía, aunque no recapacitan.
