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Salvador Guerrero Chiprés
La Ciudad de México es epicentro de la vida política nacional y foco de atención en seguridad pública. En pronunciado contraste con otras entidades, especialmente las más pobladas del país, destacan al menos tres aspectos sin precedentes enmarcados en la coordinación institucional, la cotidiana disciplina de supervisión y la participación ciudadana que busca combatir la impunidad mediante la denuncia.
La presencia del Presidente Andrés López Obrador en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento para el informe de “muy buenos resultados” —como lo calificó él— que presentó la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, evidencia una convergente sensibilidad política que reconoce la oportunidad de potenciar el ejemplo de un modelo de actuación de alcance nacional.
Hoy, la CDMX registra una tendencia a la baja en la incidencia delictiva de alto impacto, que coloca al primer cuatrimestre de este año como el de menos delitos desde el 2015, de acuerdo con la medición
sistemática del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Un segundo aspecto es una disminución sustancial en los homicidios dolosos.
En mayo de 2019 han bajado de 5.1 en promedio diario en 2019 a 1.9; un resultado que coloca a la capital por debajo de
ciudades como Nueva York, Florida, Los Ángeles, Bogotá y Medellín. El tercer punto, es la mejor percepción de la ciudadanía en seguridad. En 2018, el 92% de las y los habitantes de la CMDX —según la ENSU
del INEGI— se sentían inseguros, y ahora ese porcentaje disminuyó al 67%.
La capital tiene un modelo de seguridad pública y justicia ejemplar. Podría ser útil a otras entidades advertirlo y profundizar la visible
transformación que permite a la ciudadanía sentirse más en paz y tranquilidad, de acuerdo a lo dicho por el Presidente.
