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Ana María Vázquez
¿Se han puesto a pensar en la cantidad de gente que vive de la figura de López Obrador?, para bien o para mal, cada mañanera, cada movimiento y podría decirse que, hasta cada respiración, sirven de nota roja, o amarilla, o blanca. Una sub industria se ha creado de tres años para acá en el que, desde tiktokeros hasta bots, se mantienen a costa de criticar o apoyar los movimientos del presidente.
Y en cierto sentido es bueno, crean polémica y fomentan el diálogo, sin embargo, hay muchos que por el “ganar-ganar”, se quedan en medio, criticando o halagando los actos presidenciales.
Y también sería ético si su crítica fuera con ese nivel, si no nos hicieran llegar a sus canales de youtube con mentiras y encabezados falsos y sensacionalistas. Por supuesto, si “hay de todo en la viña del señor”, ¿por qué no habría de haberlo en la política?, y mi crítica y señalamiento va precisamente a los que navegan con la bandera de izquierda, pero ante el comentario de derecha, aprovechan la ocasión para el servilismo, esos, cuya falta de ética, valores e integridad, la llenan con las monetizaciones, menciones pagadas y depósitos mensuales.
El medio se ha llenado de basura y de ruido mal armado en un golpeteo para uno y otro lado, siempre a favor de quien mejor pague, sin embargo, se olvidan que las audiencias están más que atentas a cada uno de sus pasos y no dudaran en exhibir a figurillas “infladas de fama youtubera”, como lo hicieron ya con varios. No hay escala de valores para esa gente que lucra y vende su voz por pequeña o grande que sea, mientras haya quien pague, porque su escala es la económica. Faltan poco para que el presidente entregue el poder a su sucesor o sucesora, falta muy poco para que la endeble nave en la que navegan esas voces con tono de veleta, pierdan sus muy jugosas entradas, entonces ¿qué harán?, porque si de algo estoy segura es que el sucesor o sucesora no será ni medianamente mediático como lo es nuestro presidente.
Entonces ¿qué harán?, ¿qué tipo de contenidos venderán?, estoy segura que ninguno, ya que estaban vacíos antes, lo están ahora y lo estarán después.
