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¿Sonic 2? Así es como se debe hacer una cinta de videojuegos en definitiva.
Por Yoab Alvisúa/Diario BASTA
Respecto al cine, cualquiera podrá estar de acuerdo que las secuelas tienen mala fama, y cuando éstas son de una cinta basada en videojuegos, la flecha del pensamiento de inmediato apunta al “¡Qué horror!”, pero Sonic 2 ha destruido ese mito.
Desde que se anunció que el erizo azul más veloz del mundo aparecería en la gran pantalla, nadie, y me incluyo, pensamos que sería buena idea, repito, trasladar videojuegos al formato fílmico rara vez funciona; sin mayor arma que mi criterio, me atrevo a decir que 1 de 100 ocasiones sale bien y Sonic (2020) fue una de ellas, atrapando nuestros corazones con ese hermoso rediseño que le hicieron al personaje principal, por petición colectiva de los fans y la maravillosa interpretación de Jim Carrey como el villano Dr. Robotnik.
Sin duda una agradable sorpresa ver a uno de nuestros personajes de la infancia, bien logrado, pasar por una aventura cinematográfica que, además,
dicho sea de paso, fue la última cinta que muchos vimos en las salas de un cine antes de encerrarnos por completo debido a la pandemia.
Jim repite su rol, pero acompañado de Knuckles (Idris Elba), un viejo “rival” de Sonic (Ben Schwartz) y juntos tratarán de eliminar al Erizo de una vez por todas, pero él no estará solo, Tails (Colleen O’Shaughnessey) se incorpora para nivelar el terreno y ayudar a su querido y viejo amigo. Esta secuela tiene el doble de todo que la anterior, más acción y comedia, genial.
