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Por Diego Elías Cedillo
@diegoecedillo
Es sábado, queridas y queridos lectores; como saben,
este tecleador se reunirá con las y los amigos para
brindar por ustedes, en esta ocasión con jugo de
uva añejo -de la tierra de mi amiga, la gobernadora
Marina del Pilar Ávila– con una vista envidiable
del Océano Pacifico derivado de la visita del
Presidente Andrés Manuel López Obrador a las
Islas Marías -lugar donde fue recluido el inigualable
escritor José Revueltas– para inaugurar el proyecto
“Muros de Agua”.
Curiosamente se rumora que en la política
mexicana este columnista no será el único en chocar
las copas de cristal de Baccarat, pues aseguran que la
primavera está haciendo de las suyas, o por qué otra
razón, desde el concierto de Gloria Trevi se habrá
visto a Mauricio Tabe, titular de la alcaldía más
fifí en la CDMX -aquella donde yacen Las Lomas y
Polanco-, tan cercano de la influencer Alessandra
Rojo de la Vega, será esta la razón por la cual Doña
Ale esté subastando los muebles de su “hogar”.
Curiosamente no es la única funcionaria
capitalina que rompe el corazón de algún político,
ya que, desde los pasillos del inmueble ubicado
entre Reforma e Insurgentes, se preguntan cuál
habrá sido el factor que empujó la balanza para que
el senador Ricardito Monreal apoyase con tanto
ímpetu a la -aún- alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra
Cuevas, acaso habrá algo más que la coincidencia de
“ideales”.
No sería novedad para Monreal Ávila, del cual
aseguran su corazón parece un condominio, por
aquello que comparte varios amores, o por qué otra
razón estaría coqueteando a cada rato con el partido
Movimiento Ciudadano, propiedad de Dante
Delgado.
POST-IT
Será que el ministro de la Corte, Luis
González AlcántaraCarrancá, podrá dormir
plácidamente en su cama, sin remordimiento de
conciencia, al haber votado en contra de la reforma
eléctrica que beneficiará a millones de mexicanos.
Con el oscuro pasado que le acecha como sus
resoluciones para proteger al gobernador de
Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca,
seguramente no le será difícil traicionar a sus
compatriotas.
¿Podrá Don Luisito ver a sus nietos a los ojos?
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