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Se busca reivindicar a los integrantes de estas organizaciones comunitarias quienes conservan esta tradición en la capital del país.
Juan R. Hernández/BASTA
Este viernes, la Jefa Claudia encabezó la entrega de reconocimientos a representantes de Carnavales y Comparsas en la Ciudad de México en el patio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde expresó que por primera vez el Gobierno capitalino busca reivindicar a los integrantes de estas organizaciones comunitarias quienes conservan esta tradición en la capital del país.
“Muchas tradiciones parece que están escondidas como las de los carnavales que se celebran en las distintas colonias, pueblos, barrios de la ciudad, y lo que queremos el día de hoy es reivindicar esta tradición en la ciudad, reivindicarla, reconocerla, pero no a la tradición per se, sino a ustedes que guardan esa tradición, y a sus familias”, expresó.
Al entregar reconocimientos a 14 presidentes y presidentas de comparsas y carnavales de la capital, la mandataria local expuso que se trata de agrupaciones conformadas por miles de familias que en días previos y posteriores a la Semana Santa se reúnen para celebrar la vida y sus tradiciones; y que con el tiempo se modificaron para combinar la diversidad de la ciudad.
“Desde las tradiciones indígenas, ahora hasta sonideros que participan o distintas formas de celebrar esta tradición. Aquí tenemos tradiciones diversas, se combina también la diversidad de nuestra ciudad, diversidad de todo tipo: diversidad cultural, diversidad sexual; esta ciudad es una ciudad diversa y por eso es una Ciudad de Derechos y por es una ciudad tan rica y tan hermosa”, abundó.
Claudia Sheinbaum detalló que la historia de estas organizaciones comunitarias proviene de la época colonial, ya que durante el Virreinato se celebraban carnavales donde se excluía al pueblo, el cual decidió realizar sus propios carnavales y desarrollar sus propias tradiciones, las cuales perduran hasta la actualidad.
Por su parte, el secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, hizo un breve recorrido por el origen y la historia de los carnavales, al afirmar que se trata de una tradición que viene de pueblos originarios desde hace centurias, que viste de color, música, danza y alegría, la ya de por sí vistosa primavera en la Ciudad de México.
Batres Guadarrama celebró que esta expresión cultural sobreviva como parte de la identidad de la capital y como motivo de orgullo por ser producto de la resistencia popular; desde las llamadas “carnestolendas”, ocasiones reservadas por la Iglesia en la época de la colonia para tolerar libertades y placeres, a la prohibición en el siglo XVIII, que expulsó los bailes populares de máscaras y disfraces fuera del centro de la ciudad y hacia los pueblos.