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Diego Elías Cedillo
En pocas ocasiones se había visto un fin de semana tan movido en la política mexicana, como el que ocurrió, pues con el inicio de la contienda electoral para renovar gubernaturas en 6 estados, todo parece indicar que el movimiento del Presidente Andrés Manuel López Obrador arrasará con las elecciones.
Curiosamente el único estado que la tiene difícil, Aguascalientes, ante una desventaja considerable por parte de Nora Ruvalcaba, fue la entidad que recibió los mejores refuerzos de la caballería morenista para respaldar la inauguración de la campaña, pues con la presencia de la Jefa Claudia Sheinbaum y el dicho de “¡Gobernadora!”, vaya espaldarazo que recibió la candidata.
No obstante, no todo este fin de semana se trató sobre las visiones cortoplacistas, sino que ante la difusión en varios estados del norte del país para la revocación de mandato por parte del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, está claro que para la carrera con destino al 24, mi paisano cabalga un caballo negro.
Tan es así que más pronto que tarde, el PAN, “dirigido” por Marko Cortés, se quejó ante el INE por la promoción de la consulta de revocación de mandato. Acaso esta acción será parte de su estrategia para apoyar a Adán Augusto, ya que valdría la pena recordar que fueron los blanquiazules, al asistir a la Segob para sus reuniones de trabajo, los primeros en promover la imagen del tabasqueño.
POST-IT
Quien recibió un respaldo bastante valioso en la búsqueda de sus metas fue el subsecretario de Seguridad -con licencia- Ricardo Mejía, pues aseguran los confidentes de este tecleador, que en el evento del casino Condesa Real de Torreón, fue el político local que más aplausos recibió, incluso por encima del senador Armando Guadiana.
Lo que resulta mejor de lo anterior es que tanto Mario Delgado como el titular de Segob, Adán Augusto, se dieron cuenta de ello.
POST-IT 2
Qué pensarán Lilly Téllez y Gabriel Quadri al haber participado en la marcha fifí de la CDMX, y darse cuenta que están virtualmente derrotados, pues hasta la fila de las tortillas tiene más gente.
