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Altavoz | Salvador Guerrero Chiprés
La doble finalidad de reactivar la actividad turística y cultural, mientras se fomentan los destinos como espacios seguros, es una labor realizable a partir de la participación conjunta de instancias gubernamentales, organismos, empresas, operadores turísticos y ciudadanía.
El desarrollo económico encuentra en estas dos actividades un detonante esencial para otros sectores. Los nombramientos recién hechos por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, forman parte de ese conjunto de acciones que dan certidumbre a la reactivación de la vida cotidiana en todo el país.
Rebeca Olivia Sánchez Sandín, tiene ahora bajo su encargo la Secretaría de Turismo de la CDMX, donde la proyección este año apunta a la diversificación y la innovación bajo el compromiso de los actores para impulsar la oferta de servicios turísticos y de otras actividades que van de la mano.
La seguridad de las y los turistas debe estar garantizada en dos aspectos: la sanitaria y la de sus bienes. El avance en el esquema de vacunación —extendida esta semana en su tercera dosis a personas de 40 a 49 años— es elemento para confiar en mantener la apertura turística y cultural de la capital de la nación.
Programas, como el que sostiene el Consejo Ciudadano con hoteleros de la CDMX para prevenir la trata de personas y fomentar la denuncia a través de su Línea de Seguridad 55 5533 5533, buscan construir entornos seguros.
Turismo y cultura —Secretaría a la que llega la historiadora Claudia Curiel de Icaza— no pueden disociar sus espacios en esta fase de recuperación de la economía. A dos años de la pandemia, desde todos los ámbitos hemos aprendido que no es conveniente el cierre de actividades, por el contrario, es momento de darles un impulso decidido.
