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Diego Elías Cedillo
El 29 y 30 de enero el inmueble ubicado sobre Insurgentes y Reforma, vivirá uno de sus episodios más importantes en la política contemporánea, y no precisamente por la reunión plenaria de Morena, sino porque estarán reunidos los principales contendientes (hombres) para el 24, -mi paisano- el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, el canciller Marcelo Ebrard y el Senador Ricardo Monreal.
¿Cuál será el candidato que más conquiste a las y los Senadores de Morena?, aseguran los confidentes de este tunde-máquinas, que la expectativa está inclinada hacia López Hernández, o acaso ya olvidaron cuando Adán le puso un estáte quieto a la Lilly Téllez.
Y quienes deberían de aprender a estarse quietos son Samuelito García y Mariana Rodríguez, debido a la polémica que generaron por haber “adoptado” a un niño del Centro de Asistencia “Capullos”.
En razón de lo anterior, será qué en la Mansión García Rodríguez en San Pedro Garza García, habrá llegado ya la notificación del DIF, a cargo de María del Rocío García, donde solicita a Gobernación (cof, cof Adán Augusto) iniciar un proceso administrativo en contra de los medios de comunicación que difundieron la cara del menor. Curiosamente el
principal medio que así lo hizo fue la influencer Mariana Rodríguez Cantú. ¡Auch! Y si de adjudicar responsabilidades hablamos, quien tiene muchooo que explicar es el Alcalde de
Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba, y no precisamente por su gusto de visitar cotidianamente los restaurantes de Santa Fe, sino por la cercanía (en la nómina) que mantiene con René Gavira, exdirector de Administración y Finanzas de SEGALMEX, acusado de otorgar por adjudicación directa contratos millonarios irregulares.
POST-IT
Ante la posible victoria de Roberto Palazuelos en Quintana Roo, esperemos que el abogado tenga mejor práctica con el balón político que el Gober de Morelos, Cuauhtémoc Blanco.
¿Podrá Palazuelos Badeaux, contrarrestar el mito que los famosos no pueden ocupar cargos de elección popular?, por el bien de Cancún y Tulum, ojalá y sí.
