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Juan R. Hernández
La variante Ómicron del SARSCOV-2 hadesatado una guerra de la oposición contra el GCDMX. Y para muestra un botón:
Diputados de la Asociación Parlamentaria Ciudadana, Daniela Álvarez y Royfid Torres, pidieron a la jefa Claudia modifique el Semáforo Epidemiológico y pase de color Verde
a color Naranja. Pero también están los otros que prácticamente piden un nuevo confinamiento.
Sumada a esta propuesta, está la guerra de dimes y diretes entre diputados de Morena y del PAN, quienes sostuvieron un agarrón por la venta de pruebas Covid-19, acusándose primero, de sacar beneficio a través
de empresas ligadas a los alcaldes de BJ y MH, y segundo, por el envío de verificadores que alteraron el orden en las filas de ciudadanos que buscaban obtener las pruebas “privadas” .
La situación es que los que padecen estas propuestas de regresar al encierro, a la amenaza de una posible parálisis de actividades, son los habitantes de la CDMX. El taxista y el microbusero que tiene que dar la cuenta, el obrero que vive del trabajo diario, la marchanta del mercado. ¿Han pensado en ellos?
