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marzo 29, 2024

México

AMLO dio el banderazo definitivo

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 Miguel Cantón Cetina 

Director General 

Como su pecho no es bodega, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que la candidatura de Morena se resolverá por la vía de las encuestas, porque es el mejor método ya instituido por su partido político.

Y que él respaldará al aspirante que sea apoyado por el pueblo. Que habrá piso parejo.

En buen castellano el Presidente quiso decir que no habrá dedazo.

Que él no será Gran Elector.

Que no tiene favoritos o favoritas.

Que todos tienen la misma posibilidad. Que en la selección del candidato o candidata en Morena, prevalecerá la democracia.

Actualmente hay cuatro principales aspirantes. Y corren parejos. Hay encuestas pero no son serias, son producto de intereses políticos de grupo.

Hasta hoy, no hay nada para nadie.

Y si López Obrador dijo que el pueblo elegirá, habrá que ver a quién quiere López Obrador que el pueblo elija.

Por encima de afectos o sentimientos personales, López Obrador preferiría a quien realmente le garantice que consolidará la cuarta transformación. A quien crea que no lo va a traicionar. Tiene en la mira a simuladores, a gelatinosos y a chantajistas.

Lo cierto es que de los cuatro principales, la circunstancia de cada uno es diferente. Sus radios de acción política tenían límites.

Según el protocolo de la política tradicional, en la larga época del presidencialismo, quien gobierna en la Ciudad de México había estado moralmente impedido para hacer política en el interior del país. No tenía justificación para apariciones en provincia. Ahí está Claudia Sheinbaum.

Quien maneja la Secretaría de Gobernación había estado obligado a hacer política desde su oficina de Bucareli. Con “discreción“. Sin moverse de Ciudad de México. Como Jefe del Gabinete, automáticamente se convertía en el aspirante más poderoso. Y el Presidente en turno lo sabía. Ahí está Adán Augusto López Hernández.

Quien maneja la Secretaría de Relaciones Exteriores estaba impedido para hacer política interna, a nivel nacional. Se han dedicado a la labor diplomática, a la política exterior. Entre más lejos, mejor. Una especie de destierro para cortarle las alas. Y tenerlos bajo control, con un caramelito. Ahí está Marcelo Ebrard.

En el caso del líder del Senado, es la figura que más libertad de acción ha tenido, por su supuesta autonomía política por representar a otro Poder. Su representación es a nivel nacional y nada le impide caminar por la provincia mexicana. Sus límites se los imponen ellos mismos. Ahí está Monreal.

Realmente, todos los “novios” (ahora también “novias”) a la silla de Palacio, siempre habían pedido permiso al Presidente “para caminar”. Quien se lanzaba sin la venia del Jefe, era traidor, madrugador. Y candidato a linchamiento o directo al paredón.

AMLO rompió moldes, esas reglas no escritas, pero inviolables. Al asegurar que apoyará el resultado de las encuestas, prácticamente significa el banderazo para que todos se lancen a conquistar seguidores.

Nunca se había visto que la sucesión presidencial se adelantara tanto y con tanta libertad para todos. Y esto es porque antes desatándose la precampaña, disminuía la fuerza presidencial. Pero ahora no es así. Inclusive, quien sea el próximo Presidente, nunca alcanzará la aceptación y respaldo popular de AMLO.

No se había visto democracia en pleno proceso de sucesión. Decidirán las encuestas. El Presidente no cambiará de opinión. Ya lo saben los aspirantes. Quienes no estén de acuerdo es porque seguramente creen que no alcanzarán a crecer en el ánimo popular. Son los que desconfían no de las encuestas, sino de AMLO.

A partir de esta declaración presidencial, los cuartos de guerra de los presidenciables entran en sesión permanente para diseñar sus estrategias para alcanzar la nominación morenista en todo el país. Y, por ende, la Presidencia. AMLO dio el banderazo definitivo. Lo razonó. Lo disfruta. Lo controla. Sin celos. La guerra empezó.

Con piso parejo para todos.

El pueblo decidirá a su próximo Presidente. Eso es lo que quiere el tabasqueño.

Aunque habría que ver qué dice su corazoncito…

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