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Alejandro Armenta Mier
Dada nuestra ubicación geográfica, tendiente al desarrollo de desastres naturales; como los compromisos internacionales firmados por el Gobierno Mexicano respecto al cambio climático; y sobre todo, nuestra responsabilidad como tomadores de decisiones de disminuir la huella de carbono y así asegurar los recursos y la estabilidad ambiental para las futuras generaciones de mexicanos; nos traen la imperante necesidad de modificar el sistema energético de nuestro país a uno que reduzca el uso de gases y componentes de efecto invernadero; y lograr una real Transición Energética.
En repetidas ocasiones, me he referido e incluso presentado la iniciativa correspondiente para la nacionalización del litio. Por ello, hoy aplaudo enormemente la iniciativa del Presidente Andrés Manuel López Obrador en materia energética que ya ha sido enviada a la Cámara de Diputados; por incluir este tema. El litio es esencial para la Transformación Energética respecto a sistemas de bajas emisiones de carbono, en tanto permite almacenar la energía que producen fuentes renovables como la solar o la eólica, logrando que dicha energía pueda liberarse de manera constante y fiable. Con esta reforma, se busca que el Estado sea el único encargado de su explotación, extracción, comercialización, distribución y almacenamiento; respetando los compromisos ya firmados. El objetivo es uno: Que el litio sea para el beneficio de todos los mexicanos.
El litio es un metal cuya demanda solo va al alta; en una industria que está en la búsqueda de alternativas a los sistemas tradicionales de energía; y con nuestro potencial; tenemos todo para convertirnos en un país referente en esta materia.
