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Hijo de Wagner
Wagnermaniacos, ¡qué gusto saludarlos! Una semana más disfrutando del espacio que nos brinda el Diario BASTA! para convivir con la comunidad de la lucha libre nacional e internacional.
En esta ocasión y aprovechando que recién festejamos el Día de la Lucha Libre, quiero compartir con ustedes una carta que le dediqué al que considero el deporte más bello del mundo. ¿La leemos juntos?
Querida lucha libre, debo confesar que crecí con mucho odio, con mucho resentimiento hacia ti, ya que a muy temprana edad, me quitaste a mis padres. Te los llevaste en mis cumpleaños, en mis ciclos escolares, pero fuiste paciente y unos años más tarde, te presentaste conmigo el día de mi debut en los encordados.
Ahí tuve la oportunidad de conocerte, de aprender a conciliar nuestras relaciones y hasta el día de hoy, creo que lo hemos hecho muy bien. Quiero agradecerte porque durante muchas generaciones le has dado todo a mi familia, viajes, hermosos paisajes y mis grandes trofeos, que son las grandes lecciones que me has dado y que me han enseñado a ser mejor persona, a levantarme. Otro de mis grandes resentimientos fue la partida de mi tío Silver King, te hice responsable.
Sin embargo, me diste una segunda oportunidad y me salvaste, por eso te juro que siempre voy a respetarte, a cuidarte y también a protegerte. Lucha libre ¡muchas gracias! Lucha libre nada te debo, nada me debes, estamos en paz.
