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“Sé que hubo incluso reuniones entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el Cónclave”, señaló el pontífice
El papa Francisco lamentó que a raíz de su reciente operación de colon, algunos prelados de la iglesia que él dirige lo querían muerto y ya preparaban el cónclave para nombrar a su sucesor.
El pontífice hizo la revelación durante un encuentro que mantuvo con 53 jesuitas el pasado 12 de septiembre durante su viaje apostólico a Eslovaquia.
A la pregunta de cómo se encontraba en esos momentos, el papa contestó: “Vivo todavía. Aunque algunos me querían muerto. Sé que hubo incluso reuniones entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el Cónclave”.
En la conversación, publicada de forma íntegra este martes 21 de septiembre por la revista La Civiltà Cattolica, el Papa pidió “paciencia” a quienes ya se preparaban para un nuevo cónclave: “¡Paciencia! Gracias a Dios, estoy bien. La operación fue una decisión que no quería tomar: fue un enfermero el que me convenció”.