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Demian Duarte
Una cosa es decirlo, otra cosa es lograrlo, y en el caso de los precios del gas propano o licuado de petróleo la verdad es que la intervención del gobierno de Andrés Manuel López Obrador logró lo que parecía imposible, y esto es romper el oligopolio.
Con la decisión de impulsar una política de precios tope, en los hechos la 4T consiguió una disminución promedio de 12% en los precios de este combustible que tiene un carácter estratégico, y lo logró en apenas 1 semana.
De acuerdo con el reporte ofrecido este lunes, el precio del gas en cilindro bajó de 25.80 a 22.71, esto es 3.09 pesos por cada kilo; en el caso del gas de tanque estacionario el costo bajó de 13.85 a 12.24, es decir 1.61 pesos menos por cada litro, y es algo palpable en la estadística que se presenta que mostraba clara tendencia de alza y de repente una abrupta baja.
Lo que sigue de acuerdo con el presidente es el lanzamiento de Gas Bienestar, plan de distribución de cilindros que comenzará en Iztapalapa en la Ciudad de México, pero que se paulatinamente se extenderá por todo el país.
Es todo un logro de la actual administración y es sobre todo un logro ciudadano, pues fue a partir de la denuncia ciudadana y la presentación de este tema en las “mañaneras” del presidente que se logró convencerle de intervenir y poner freno al abuso de que los consumidores somos objeto de parte de un grupo de 5 grandes empresas que al modo de los cárteles, se ponían de acuerdo para fijar el precio que mejor conviniera a sus intereses.
Ahora Pemex y el Gobierno se han decidido a tomar un rol preponderante y cumplir con su trabajo, que es ofrecer mejores precios a los consumidores.
El efecto será precios menores, no solo en el gas, sino en todas las cadenas de valor relacionadas, y esto tendrá consecuencias favorables en el precio de la tortilla, de la carne de cerdo, del huevo y del pollo, lo que al final impactará a la baja en el costo de la vida y la inflación.
Naturalmente que no es fácil determinarse a enfrentar al oligopolio, sin embargo el presidente López Obrador es un hombre de palabra y no está dispuesto a quedar como un mentiroso, al permitir que en el gas su promesa de que no suban los precios de los combustibles por encima de la inflación no pueda cumplirse.
Correspondencia a demiandu1@me.com | Twitter @Demiandu
