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Diego Cedillo
Pocos días como este, México, había estado tan manchado de sangre en las páginas de su historia, pues bastará recordar que hace 197 años era fusilado
el precursor de Paseo de la Reforma, el exemperador Agustín de Iturbide, o más al norte en Chihuahua, una tarde como la de hoy, pero allá por 1923, era asesinado Pancho Villa, el centauro del Norte.
No sería mala idea que así como dichos personajes perecieron ante el acero de las balas, los malos vicios del país perezcan ante la tinta de una pluma, ¿o no estimado ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea?
Lo anterior, por aquello que el Poder Judicial, sigue siendo quien no deja de estar en boca de las y los mexicanos, pues con los platillos que deleitan sus Magistrados y Jueces, bien podría palearse el hambre de más de un niño sin acceso a una alimentación digna.
Pues aseguran los confidentes de este tunde máquinas, que el Chef Enrique Olvera, dueño de uno de los mejores restaurantes en México, el Pujol, extraña al Magistrado Indalfer Infante Gonzales, y no precisamente porque no le eche limón a sus platillos, sino por sus dispendiosos consumos, lo peor es que pagado por las y los contribuyentes.
Conducta similar del expresidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y actual magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, quien decidió que los tributarios mexicanos paguemos su carrito de súper, por un monto mayor a 6 mil pesos en el Chedraui de Metepec, zona donde aseguran reside el jurista. Cuando empezará la limpia en el Poder Judicial estimado Abogado Arturito Zaldívar?
POST-IT
Hace unos días, un abogadito nominado por Vicente Fox para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, salió a vociferar en contra de Rogelio Ramírez de la O, afirmando que su nombramiento no tiene fundamento legal.
Lo curioso radica que a los minutos siguientes un exmiembro de su equipo cercano, afirmó que Ramírez de la O, sí puede operar en la Secretaría de Hacienda, como encargado de despacho.
¿Será acaso que el exministro José Ramón Cossío Díaz ya está chocheando, o será puro afán de protagonismo
