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Diego Cedillo
Curiosamente esta noche y la madrugada del 1.o de julio hace 501 años, los aztecas gobernados por Cuitláhuac, expulsaban a los conquistadores españoles dirigidos por Hernán Cortés, acaecimiento conocido como la Noche Triste. Quién seguramente debió seguir la misma ruta que el conquistador, llorando hacia el ahuehuete ante su inminente derrota, a de ver sido el michoacano Silvano Aureoles.
Pues ante la barahúnda, provocada por el gobernadorsito Aureoles Conejo, en Palacio Nacional, dejo en claro su mal gusto para escoger “happy socks” (calcetines coloridos). Pues al ser una afición culposa para este tecleador, lo único que puedo asegurar, es que a pesar de que su servidor no cobra derecho de piso a los aguacateros mediante su mafia (ups, error de redacción), los de este tunde-máquinas, tienen mejor gusto que los de Silvanito.
¡No vaya a ser!, que le pase a Don Aureoles, lo mismo que a su ex-homologo Roberto Sandoval, y lo denuncien sus paisanos en la Corte Penal Internacional, por asesino y ¡ratero!
Vaya, soberbia de Silvanito, pues en lugar de ir
a Palacio Nacional debió acudir a la Secretaría de Seguridad presidida por Rosa Icela Rodríguez, para solicitar apoyo a fin de salvaguardar la integridad de sus paisanos, sin duda está claro para el gobernador michoacano su prioridad es la grilla y sus gobernados ¡bien gracias!
POST-IT
Egregia labor ha hecho el Comisionado de la COFEPRIS, Alejandro Ernesto Svarch Pérez, en proteger la salud de las y los mexicanos al mantener el control absoluto, del uso lúdico de la marihuana, independientemente de la resolución de la Suprema Corte, presidida por Arturo Zaldívar.
Pues está claro desde la Dirección Ejecutiva de Regulación de Estupefacientes, Psicotrópicos, le han quitado un peso de encima al Presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que a pesar de las presiones internas y externas que vive el titular de dicha oficina, está asegurado es un soldado de la 4T, garantizando que el futuro de la juventud del país está debidamente resguardada por Alejandro Svarch y América Azucena Orellana. ¡Enhorabuena!
