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JUAN R. HERNÁNDEZ/ FERMÍN SÁNCHEZ GRUPO CANTÓN
CIUDAD DE MÉXICO.– Desde su inauguración en 2012, la llamada Línea Dorada del Metro estuvo marcada por el escándalo, tanto en la construcción como en el costoso mantenimiento por las irregularidades; las fallas de origen fueron las que terminaron con 24 vidas humanas.
Pese a las reparaciones, el desplome de una de las trabes del tramo elevado advierten presunta negligencia por par- te de la empresa encargada de verificar y realizar el mantenimiento de la infraestructura de la Línea 12 del Metro.
Yesque,el11demarzodel 2014, el director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Joel Ortega, anunció el cierre temporal de 6 meses del tramo elevado Culhuacán-Tláhuac debido a las graves fallas obser- vadas que podían ocasionar un descarrilamiento de los trenes.
En la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México se formó una comisión para investigar el caso, dirigida por el diputado de Nueva Alianza, Jorge Gaviño. Se llamó a varios de los involucrados, todos negaron su parte y culparon a otros.
Esa ocasión se concluyó en que existía evidencia de fallas y desgaste previo, pero también falta de mantenimiento. El Gobierno de Miguel Ángel Mancera contrató a Triacaud Societé Organisé y a la empresa Systra para realizar el diagnóstico de la situación por más de 32 mdp. La empresa Systra encargada de los peritajes dictaminó que los rieles y las vías no eran compatibles puesto que se tra- taba de una construcción de vía férrea mientras que las vías eran de tren suburbano.
En enero de 2015, tras 9 meses del cierre de la línea, Miguel Ángel Mancera anunció el inicio de los trabajos de rehabilitación a cargo de Comsa Emte, por 745 mdp. Además, se contrató a Multidín para supervisar las obras por 30md pyala alemana TÜV Rheinland para certificarla por 60 mdp.
El 22 de enero, Joel Ortega, director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, declaró que el tramo Mixcoac-Atlalilco también mostraba desgaste, por lo que se contrató a Comsa por 119 mdp para hacer los arreglos correspondientes. En mayo se avisó que había más fallas en ese tramo, las cuales habían sido avaladas por el Proyecto Metro.
En el reinicio de operaciones, se dijo que los trenes tendrían que operar a menor velocidad en lo que se concluían las adecuaciones.
En 2017, Gaviño dio a conocer que cada año por el resto de su existencia serían necesarios 200 mdp para que seguir operando la L12.
