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Diego Cedillo
En razón de lo ocurrido ayer en la Línea 12 del Metro en la CDMX y los hechos ocurridos en Colombia, sobre el uso excesivo de la Fuerza Pública generando 21 fallecidos, causados por el mal gobierno de Iván Duque, es claro que aquel sueño de Simón Bolívar y Lucas Alamán sobre una América Latina fuerte, se difumina en una América que sufre.
En alguna ocasión este “tecleador” tuvo el honor de coincidir con el Premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez, el cual en una conversación me afirmó de viva voz: “hay que dejar a América Latina vivir su Edad Media”.
El lunes por la noche una de las tantas frases que circulaban en internet era “la corrupción mata”, la cual es correcta, sin embargo, ayer el mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador fue claro, apoyará a Claudia Sheinbaum en la investigación, incluso si llega al despacho de Marcelo Ebrard. Valdría la pena recapitular que uno de los motivos para inaugurar la obra antes de la conclusión del sexenio de Ebrard Casaubon, era evitar reencontrarse con su sucesor, Miguel Ángel Mancera, pues el entonces Procurador era el personaje que recibía los regaños más fuertes de Marcelito, cuando asistía a su oficina ubicada en el primer piso del Palacio del Ayuntamiento.
Para los estudiosos del derecho, valdría la
pena recapitular al jurista italiano, Francesco Carnelutti, quien afirmaba que existen dos tipos de delitos el doloso y el culposo, el primero sustentado en la intención y el segundo basado en la omisión.
Esperemos que más de un funcionario involucrado sea castigado con esta premisa, ya que no solo es culpa de los ex-jefes de gobierno, sino de muchos más, como Jorge Gaviño (exdirector del metro), Felipe Calderón; en fin no entrarían los nombres.
POST-IT
El discurso del Presidente López Obrador ha sido claro, su gobierno no estará basado en aquella oligarquía que solo busca ir
a esquiar a Lake Tahoe en diciembre y comprar Gucci y Channel, confiemos en que hará justicia para esa gente que en verdad mueve al país, la que solo quiere comer.
