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Diego Cedillo
Cómo olvidar aquellos años de la Segunda Guerra Mundial, cuando las salas de cine y la industria cinematográfica mexicana crecían sin parar.
Dichos recuerdos seguramente le traerán nostalgia al senador Ricardo Monreal, por aquello de su iniciativa para una nueva Ley Federal de Cinematografía y Audiovisual. Tanto que, dicen, el legislador Monreal Ávila se chuta el filme mexicano dirigido por Gary Alazraki, “Nosotros, los Nobles”, en los recesos parlamentarios en el Senado.
Incluso en su iniciativa aduce que cualquier cine o medio digital (Netflix, Amazon Prime, etcétera) contenga el 15 por ciento de material mexicano con una antigüedad máxima de 25 años. Es decir, de 4 mil 162 películas en Netflix (con base en un análisis de Finder México de 2018) debe haber 691. 8 películas mexicanas. Sin embargo, al menos para este columnista (lamentablemente), no dan las cuentas para que la oferta cumpla con el mínimo.
Es por eso que de seguro pronto se estrenarán películas como “Nosotros, los Nobles 2”, donde quien ocupará
el lugar de Bárbara Noble, será la “pupila” de Monreal Ávila, la exdirectora de Planeación y Estrategia Legislativa en el Senado, Cristal Pelayo, quien curiosamente hoy es candidata a diputada en Zacatecas. De seguro no le costará trabajo interpretar a dicho personaje pues, aunque presuma de austeridad, la zacatecana Pelayo Rodríguez, viaja en una camioneta Yukon Denali por todo su distrito. Pregunta: ¿por qué
el fouchesco Ricardo Monreal y su hermano David…, hoy don David, pueden permitir errores y deslices de
ese tipo de lujo y parafernalia?, siendo ellos ya viejos lobos de mar.
POST-IT.
¿Cuál habrá sido ese asunto tan urgente que tenían que atender el director del IMSS, Zoé Robledo, y el subsecretario Hugo López-Gatell en “La Mañanera” de ayer? Resulta que después de entregar
los premios por el Día Mundial de la Salud, ambos funcionarios, a toda prisa, querían dejar sus respectivos asientos. Ansias locas que al instante cesaron, mediante un “pero” presidencial. “Pero, ¿por qué no se quedan?”, fueron las palabras mágicas del presidente Andrés Manuel López Obrador para que ambos servidores públicos volvieran al redil, no sin antes que el enanito de Blancanieves: “Tímido”, hiciera una aparición estelar, pues no sólo por el parecido físico, con Huguito López- Gatell, sino porque ante tal comentario, se puso rojo de la pena, al grado de parecer frambuesa.